sábado, 5 de mayo de 2012

Habilidades en la vida diaria (HVD)

En el siguiente cuadro podemos encontrar unas posibles estrategias que se pueden llevara a cabo durante la enseñanza de ciertas habilidades en la vida diaria de una persona con discapacidad visual.


Análisis de tareas
Programas de entrenamiento
Un procedimiento muy útil en la enseñanza del niño es llegar a la enseñanza compleja a través de la realización de varias enseñanzas más simples.

Para esto es necesario tener en cuenta una serie de elementos básicos:
A) Identificar la conducta final a conseguir.
B) Enumerar de forma secuencial todas las habilidades simples que componen la tarea.
C) Identificar los requisitos necesarios para poder realizar las habilidades que componen la tarea.

Un ejemplo de secuenciación por ejemplo:
1. Abrir la llave del agua.
2. Colocar ambas manos debajo del chorro de agua.
3. Cerrar la llave.
4. Coger el jabón y enjabonar ambas manos.
5. Soltar el jabón.
6. Frotar ambas manos repetidamente.
7. Abrir la llave del agua.
8. Enjuagar las manos.
9. Cerrar la llave.
10. Sacudir las manos ligeramente para escurrirlas.
11. Coger la toalla y secar ambas manos.
12. Colocar la toalla en su lugar.
El lenguaje debe ser claro, adecuado a la edad y desarrollo del niño, las instrucciones han de ser cortas y concretas, debemos hablarle despacio, sentados frente a el y sin movernos de un lugar a otro, el material ha de estar previamente preparado para evitar distraer al alumno, antes de comenzar debemos saber si ya la ha realizado anteriormente y en caso afirmativo que resultados ha obtenido, comenzar el trabajo por aquellas tareas que resulten más motivadoras y evitar actitudes paternalistas y sobreprotectoras.
El moldeamiento y el encadenamiento son los métodos que en la práctica consideramos más útiles para la enseñanza de este tipo de habilidades. El moldeamiento consiste en reforzar sistemáticamente las aproximaciones sucesivas a la conducta final. Debemos reforzar cada aproximación que el niño realice correctamente hasta conseguir la respuesta final correcta.
Si se produce un cese o retroceso en el rendimiento hay que volver a la etapa precedente que sabemos que el niño realiza adecuadamente, estabilizando su ejecución e incluso, si se considera conveniente, fragmentar más la tarea.
También es posible utilizar la técnica del encadenamiento para el desarrollo de conductas nuevas a partir de otras ya instauradas en el repertorio del niño.
Dado que las conductas que pretendemos conseguir pueden subdividirse en series de tareas simples podremos comenzar por la conducta final reforzada y seguir el proceso hacia atrás, uniendo conductas previas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario