sábado, 5 de mayo de 2012

Atención temprana en un bebé con discapacidad visual o deficiente visual grave

ATENCIÓN TEMPRANA
Hace referencia a determinadas formas de intervención educativa realizadas con los niños durante los tres primeros años de vida, más o menos.
Cada recién nacido tiene una necesidades educativas particulares, que son atendidas por sus padres. Pero en el caso de los bebés con algún tipo de minusvalía, desde su nacimiento o durante los primeros meses de vida, se debe tener en cuenta que cada deficiencia tiene unas características determinadas y que varían según los niños.
El objetivo fundamental de la atención temprana será beneficiar un desarrollo evolutivo lo más normalizado posible. No se trata de ignorar/”olvidar” que el bebé tiene algún problema, y actuar como si no pasara nada, sino de tratarle como a un bebé normal.

El bebé ciego o deficiente visual grave
Cuando el bebé llega al mundo sin visión o con una deficiencia visual grave los padres demandan información médica acerca del problema que presenta y cómo afectará a su vida futura. Se verán obligados a soportar meses de exámenes médicos hasta que cuando el diagnóstico sea definitivo, a veces se sumergen en un estado de desánimo pensando que no podrán hacer nada por su pequeño.
Los educadores que han evidenciado que los niños ciegos siguen un desarrollo similar al de otros niños videntes, parten de unas ideas básicas para afrontar la educación de los niños deficientes visuales desde los primeros meses de vida:
1)     No olvidar que el pequeño tiene otras vías sensoriales (olfativas, táctiles, auditivas) que, correctamente estimuladas, pueden compensar en parte la falta de la visión.
2)     Conocer el desarrollo evolutivo del bebé sin problemas de visión.
3)     Se debe saber al máximo sobre la enfermedad visual y el diagnóstico y también, es muy importante conocer si el bebé tiene o no restos visuales.
4)     Es muy importante a la hora de establecer las actividades del programa de atención temprana, tener bien claro que el desarrollo del bebé ciego no va a ser el mismo que el de un deficiente visual.
5)     Hay que estimular los restos visuales del bebé.
Partiendo de estas y otras muchas ideas, los profesionales que elaboran y llevan adelante los programas de atención temprana necesitan conocer las necesidades de cada uno de ellos.

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